El mapa de ríos de la península ibérica donde se pueden capturar buenos ejemplares es extenso. Desde los ríos más caudalosos a los mas pequeños pueden contener especies aptos de pescar. El Ebro, por ejemplo, el más caudaloso de todos ellos, se convierte a su paso por Tortosa en uno de los rincones preferidos de los pescadores, que pueden encontrar en sus aguas black-basses, carpas, luciopercas o siluros, entre otras muchas especies.
Para los aficionados a las truchas y al salmón, el Baztan-Bidasoa en Guipuzcoa y Navarra, el Río Negro en Zamora o las conocidas truchas del Jerte en Extremadura son destinos seguros. Y los mejores salmones, o al menos los más numerosos, se encuentran, casi siempre, en el Narcea de tierras asturianas.
Ahora solo nos queda coger la caña y los aparejos y a pescar.
¿te animas?